Trabajar con materiales naturales de nuestro entorno es una opción muy atractiva para muchos profesionales y aficionados a la cerámica.
No es más fácil, ni más rápido, hay que aprender a seleccionar los materiales, hacer un aprovisionamiento suficiente, prepararlos adecuadamente, hacer muestras previas y ayudarse de métodos de muestreos para poder combinarlos con acierto y eficacia para sacarles partido y obtener resultados que realmente valgan la pena.
Pero todo tiene su recompensa; piezas con carácter propio y local, con identidad.
El curso que he impartido en mi taller en verano del 2017 ha ido enfocado a enseñar todo este proceso, y parece que a lo participantes les ha satisfecho el aprendizaje y los resultados.
Aunque como en cualquier otro curso, lo que hay que plantearse es que este es solo el comienzo, el punto de partida para seguir trabajando
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